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Las baldosas pintadas quedan en el museo para el horno y al cabo de unos días llegan al instituto. Aprovechamos para que los alumnos se fotografíen con sus creaciones. Aquí tenemos nuestros mosaicos. Las fotografías de los trabajos de 2009:
Las composiciones ya enmarcadas para decorar el recibidor del instituto
Y aquí la fotografía de los cuatro grupos de 1º de ESO de 2017 con sus creaciones en el patio del instituto cuando llegaron los azulejos.
Los alumnos han podido vivir la experiencia desde que sólo era un enunciado de un problema más de las clases de matemática. El trabajo de los estudiantes lo ha convertido en una investigación y con la ayuda de GeoGebra experimentan con muchos diseños de baldosas y mosaicos. Algunos de los mosaicos eran soluciones a nuestros problemas y recuerdan diseños de La Alhambra y de M.C. Escher
La experiencia es completa: los alumnos investigan en clase de matemáticas, resuelven problemas y toman decisiones sobre su trabajo, aprenden a trabajar con un programa de ordenador, confeccionan las plantillas, el largo viaje a Onda, la experiencia en el taller del museo, el envío posterior de los azulejos ya cocido y acabamos con la posibilidad de tocar físicamente sus creaciones. Es lo que en muchos casos echamos en falta en las clases: la conexión de nuestros alumnos con las matemáticas del mundo que les rodea. Para acabar, el instituto enmarcó algunos paneles construidos para decorar las paredes del centro. Es una forma de que los alumnos lo sientan como algo propio, no solo comprenden la realidad que les rodea sino que intervienen para modificarla y hacerla más agradable. Hemos aprovechado la falta de algún azulejo en los paneles para añadir una baldosa diseñada con ordenador que aporte pistas sobre el proceso geométrico de construcción, muestre fotografías de ese mosaico en edificios o proporcione información de los que han intervenido en el proyecto. Estos son los mosaicos que hemos pintado el curso 2016-17:
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