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Pintura directa Suponemos en primer lugar que Velázquez pintaba el cuadro de frente a los personajes desde la salita anexa. Los sitúa a todos menos a él mismo que se añadiría más tarde mirándose a un espejo. Por cierto, si pintaba lo que veía, debía ser zurdo porque se pinta diestro, otra cosa es que hiciera una inversión izquierda-derecha al pintarse o utilizara un libro de espejos para su autorretrato. Primero haremos una representación plana con GeoGebra, en la que añadiremos un personaje invitado que se puede desplazar por toda la sala entre el resto de personajes e incorporaremos en la parte superior cómo se vería el nuevo inquilino en el cuadro desde la posición del pintor en la forma de un segmento vertical que indica la posición en la sala y el círculo indica el tamaño aparente de la cabeza según esté más o menos cerca de pintor |
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Rafa Losada ha ideado una representación que simula el espacio de la sala en tres dimensiones, también aquí se ha incluido a un invitado que aparece delante de los personajes y desaparece detrás de ellos. Se hace más grande o más pequeño según se acerca al frente o va al fondo. Se ha elegido a un muchacho para que su altura corresponda a la del punto de fuga del cuadro. Se supone que Velázquez era más alto y se tuvo que agachar o pintar sentado en una silla para ver las cosas tal como las ha pintado. Otros investigadores piensan que con la edad que tenía cuando pintó Las Meninas no iba tan erguido como se autorretrata en Las Meninas. Podemos girar el suelo del cuadro 360º según un eje de rotación vertical que atravesaría perpendicularmente el suelo de la sala. Si activamos el botón “Ajuste de altitud” podemos variar el ángulo desde el que vemos la sala desde el nivel del suelo (0º) hasta 22,5º. |
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