Espejo oblicuo

            Una segunda posibilidad es que Velázquez hiciera construir un gran espejo para colocarlo frente a los personajes, con una cierta inclinación respecto de las paredes para poder ver toda la sala.

            Podemos encontrar una inclinación en la que todos los personajes encajan en sus posiciones, pero como veremos tiene un grave problema: lo que está pintando Velázquez es una inversión izquierda-derecha de lo que realmente está viendo, es decir, él debía ver una escena (visión de Velázquez, a la izquierda) y representándola al contrario (Cuadro Meninas, a la derecha). Si colocamos al invitado junto a Nicolasillo, Velázquez debía ver su imagen en la zona izquierda del espejo, pero lo pintó a la derecha. En la representación vemos claramente la posición de cada personaje en el espejo y en el cuadro. El punto VelazquezSim es el lugar donde el pintor se ve reflejado y actuaría de la misma forma que la posición del pintor en la Pintura directa del apartado anterior.

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            En la representación en tres dimensiones el espejo se muestra como un rectángulo azul semitransparente y el funcionamiento es muy parecido al de la pintura directa. Si activamos la visual del invitado se muestra una línea roja que parte desde él y rebota en el espejo para llegar al ojo del pintor.

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            También se ha intentado colocar el espejo paralelo a la pared del fondo pero la posición de los personajes no concuerda con lo que vería Velázquez.

            La sospecha de que Velázquez utilizara un espejo viene avalada por la presencia en palacio de otros cuadros propiedad de Felipe IV que utilizaban espejos como El matrimonio Arnolfini de Van Eyck que utiliza un espejo curvo para representar la parte posterior de la escena. También lo utilizó Velázquez en la Venus del Espejo analizada por F. Martín Casalderrey (2008) en la que consigue que nos parezca que la mujer se está mirando en el espejo sostenido por el ángel, si nos fijamos bien, comprobaremos que hay un engaño visual: ella no puede verse en el espejo porque en ese caso el pintor no la vería a ella. Si Velázquez está viendo la cara de Venus, ella está viendo al pintor.

            La solución del espejo oblicuo presenta varios inconvenientes:

  • La dificultad técnica de fabricar en esa época un espejo de las dimensiones requeridas para el cuadro.

  • El tener que pintar cambiando la lateralidad de lo que está viendo, aunque este problema pudo no representar una dificultad tan grande para un genio como Velázquez.