La pintura

Aunque se comercializa el aluminio pintado en muchos colores, es difícil de conseguir en fábrica ya que la cantidad que necesitamos no es suficiente para que nos lo proporcionen en cinco colores distintos. Se ha optado por la solución de dar color a las barras con técnicas de pintura de automóviles.

En los Talleres de Chapa y Pintura del I.E.S. Leonardo da Vinci se han estudiado distintas alternativas para pintar el tubo de aluminio. Por las características de este material, se planteó el problema de la adherencia de la pintura a la superficie, se hizo necesario aislar el material para que la pintura no salte a capas.

 

Solucionado el problema de la adherencia de las barras de aluminio con una imprimación, se eligió una pintura de la familia de las resinas de poliuretano que es de secado químico por polimerización.

La imprimación se deja evaporar durante 10 minutos, después se pinta con el poliuretano en relación 3:1 (tres partes de pintura base por una de catalizador, con la adición de diluyente cuya proporción depende de la temperatura y humedad a la que vayamos a trabajar). Se dejan evaporar los disolventes 10 minutos y se pinta una segunda mano que es la que aporta el brillo y la dureza requerida a la pintura una vez seca. 

La aplicación de la pintura se realizó con una pistola de aerografía de tamaño pequeño para no desperdiciar pintura. El proceso de secado se realizó en cabina a 60º durante 30 minutos.

Los trabajos se han realizado en el Taller de Carrocería por la promoción 1998-2000 de alumnos del Ciclo Formativo de Carrocería del I.E.S. Leonardo da Vinci de Alicante, dirigidos por el profesor Plácido Gutiérrez Casanova que aparece con máscara en la fotografía.