La normativa de circulación española solo habla de una distancia de seguridad suficiente que debe extremarse si las condiciones climatológicas o de tráfico se complican. A pesar de eso la mayoría de los conductores españoles tienen una fórmula diferente a la holandesa: cada coche debe dejar al de delante una distancia de seguridad (en metros) que se calcula dividiendo la velocidad entre diez y elevando ese resultado al cuadrado. También aquí suponemos que todos los coches miden cuatro metros. Esto permite transformar el enunciado en este otro:
Ahora eres el técnico matemático de la concejalía de tráfico de una ciudad española y se te pide que, en un punto determinado de una calle española muy transitada, pase la mayor cantidad de coches por minuto. Investiga los límites de velocidad para que se cumplan estas condiciones.
Se aconseja a los alumnos utilizar como base el trabajo de Holanda y sustituir en él tablas, gráficas, fórmulas e imágenes por otras nuevas que consigan para el caso español de forma que reduzcan en lo posible la tarea.
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